Siempre creciendo, siempre aprendiendo. Cultura maker.

¡Saludos, amiguetes y amiguetas!. ¡Pasad!, ¡pasad!, ¡poneos cómodos!. Coged una cervecilla de la nevera y acoplaos por donde podáis, que el tío Antonio va a volver a explayarse a gusto sobre un tema que le parece interesante, ¿qué motivos puede tener un centro educativo para comprar e incorporar a su día a día una impresora 3D?.

 

¡No me negaréis que el tema va como anillo al dedo a cualquier conversación de cuñados!. La impresión 3D (o 3D printing, para los políglotas) empezó como la típica noticia curiosa que te ponen de relleno en los telediarios, antes de los deportes, y en apenas un año y medio, ¡pam! puedes ver noticias sobre impresión 3D en todas partes. Que si impresión de prótesis de carácter médico, que si robots impresos en 3D, ¡incluso he llegado a ver por la tele noticias que hablan de casas fabricadas por esta técnica, y ahora están hablando de imprimir comida!.

 

Como buen fanático de esta tecnología, soy un convencido de que es algo irrenunciable en cualquier colegio o instituto del siglo XXI. De hecho, ni siquiera es caro. Por unos 500 €, cualquier centro puede contar con su propia impresora. Aquí tenéis la primera que yo monté con mi amigo y compañero Félix:

 

antoniofelixEVA

 

El problema, normalmente, es montarlas, pero con ayuda de Internet y de los propios manuales de instrucciones no es más difícil que montar un armario de Ikea. Ahora bien, cuando surge este tema en conversaciones con compañeros de otros colegios o institutos, si bien nadie rechaza las posibilidades de esta tecnología en Educación, concretar sus funcionalidades en actividades de enseñanza-aprendizaje se vuelve algo más difícil.

 

Así que estoy pasando este domingo tratando de encontrar esas potencialidades concretas. Pero como, en parte, me da palo ser hoy el único cuñado aquí, y por otro lado, también me da pereza currarme el artículo yo solo, lancé hace poco una petición de ayuda por Twitter:

 

Y la respuesta me apabulló. Sois geniales. Gracias de corazón. Vamos, pues, allá con el artículo.

 

Empezando por el final, ¿es necesaria la impresión 3D en un cole?.

Definitivamente sí. Según mi opinión y la de todos los compañeros que os habéis dignado darme la vuestra. A continuación, daremos algunas razones "prácticas" para ello, si bien también han surgido razones de pura lógica:

En efecto, una de las bases del constructivismo pedagógico es la interactividad: muchas actividades de enseñanza-aprendizaje pueden basarse en la progresión del modelo teórico sobre el que se está trabajando (geometría o álgebra, por ejemplo) a la concreción en un modelo físico (objeto basado en fractales).

 

 

Ésta es de mi admiradísimo Juan González, @Obijuan_cube, pionero y creador de tendencias en robótica e impresión 3D. Otra opinión de mi amigo Jorge:

 

Pero vamos a concretar un poco más, que ya he visto a un par por ahí al fondo oír lo de los superpoderes y empezar a probar si tienen visión de Rayos X:

 

La razón más poderosa en Educación: la motivación.

La impresión 3D es muy, muy atractiva, más aún para los niños que para nosotros. Así que si podemos incluír nuestra impresora como una herramienta más (OJO, una más, no he dicho la única) en el desarrollo de cualquier actividad educativa, la implicación del grupo clase será mucho mayor:

En efecto, amiguetes: la motivación es algo muy poderoso. Durante mi encuesta, esta opinión me pareció particularmente interesante:

"Materializar tus sueños", por un lado. Puro idealismo seguido de una idea de carácter práctico: "Emprender un negocio como futura posibilidad". ¿Qué os parece?. ¡Sigamos!

 

La escuela como preparación para la sociedad

No veáis qué pedazo de texto más grueso y denso acabo de borrar para este párrafo. ¡De la que os habéis librado, chavales!. En fin, el caso es que en la escuela empezamos a reproducir situaciones que esperan a los niños en el mundo real, y que tienen que empezar a comprender. Un ejemplo perfecto es el hecho de que no siempre salen las cosas a la primera:

 

Y que en ocasiones, las cosas que merecen la pena exigen invertir un cierto tiempo:

Por otro lado, estamos tratando de involucrar al alumnado en la comprensión de una tecnología que puede parecer muy sofisticada, pero que igualmente parece que será omnipresente en un futuro muy cercano ya, y que en el fondo sólo es otra tecnología más:

Así que lo más inteligente parece incluir con naturalidad y sin aspavientos estas innovaciones al día a día del centro educativo, no sólo en clase:

 

 

IMPORTANTE: un centro educativo siguemetodologías INTEGRADORAS e INCLUSIVAS. Para los que no sean tan pedantes como yo, esto significa que buscamos la igualdad de oportunidades para todos los niños/-as, aceptando las distintas realidades, potenciando los puntos fuertes de cada niño, enseñándoles a aceptar la diversidad y capacitándoles para saltarse cualquier barrera funcional:

 

Si preguntamos a profesores y gente del mundillo, se muestran también muy favorables a este enfoque de la impresión 3D: la realidad que espera fuera al niño ya ha incorporado estos avances:

 

 

Para rematar este aspecto de la impresión 3D, dos opiniones muy importantes para mí: la de Obijuan y la de Juan Manuel Amuedo, otro gurú de la impresión 3D en España:

 

La impresión 3D como el exponente de un modelo productivo en auge.

Concretemos ahora uno de los aspectos más importantes de esa sociedad en la que decimos que queremos integrar sin problemas a nuestro alumnado: el laboral y económico. En efecto, si bien no es el objetivo último (o no debería serlo) de nuestro sistema educativo, al menos hasta el Bachillerato, es innegable que el alumno piensa en un futuro en el que él o ella está trabajando en un oficio que le guste, para lo que necesitará una formación.

 

Tanto en Primaria como en Secundaria se puede aprovechar esta inspiración para lograr la implicación del estudiante en ciertos aspectos formativos. Veamos algunos ejemplos:

 

Concretamente, y de todas las ideas que me han llegado, me ha parecido particularmente interesante éste proyecto para alumnos de 4º, donde los alumnos se involucran por completo en un modelo de negocio en el que utilizan distintas herramientas para diseñar, maquetar, imprimir en 3D, promocionar y finalmente vender distintos objetos, todo desde un entorno absolutamente autónomo (los podéis encontrar en Twitter en @architec3D):

architec3d

 

Y dejamos como último argumento el más lógico: uso de la impresión 3D como herramienta educativa.

Eeeeefectivamente, para qué voy a hacer las cosas del modo más coherente, pudiendo hacerlas a mi modo: COMO ME DE LA GANA. Y es que si bien en otros artículos sobre el asunto, los autores suelen enfocarse inmediatamente en el uso más lógico en un colegio de la impresora 3D, que es la reproducción de modelos físicos para sustentar la enseñanza de conceptos teóricos, yo he preferido empezar por los dos argumentos más CUÑADOS (recuerda que ésta es MI SECCIÓN) para convencer a un secretario renuente o a un consejo escolar agarradillo, a saber: HAY QUE ESTAR CON LOS TIEMPOS QUE NOS TOCA VIVIR, y EL FUTURO LABORAL DE NUESTROS HIJOS PUEDE PASAR POR AQUÍ. No obstante, aquí tenéis las ideas que me habéis ido proponiendo entre todos (profes la mayoría, lo que os da más autoridad en el tema):

 PUES MENOS MAL, JORGE, MAJETE, QUE A ESTE PASO ME QUITAS LA SECCIÓN. (Es broma. Tenemos mucho contacto por Twitter, y os recomiendo MUCHO que le hagáis follow). Pero bueno, seguimos:

Sí, sin darle muchas vueltas, pero es una de las ideas más recurrentes que estoy oyendo al respecto en Educación Secundaria. Además, es uno de los usos más prometedores que parece ser que se dará a las impresoras 3D en medicina: reproduccción de modelos orgánicos para que los cirujanos puedan preparar sus operaciones, por un lado, y la sintetización de tejidos mediante impresión para cirujía reconstructiva, por otro.

Pero hablemos también de INTERDISCIPLINARIEDAD, que es una palabra que nos llena mucho la boca a los profes y que, dicho así, en plan grueso, viene a significar la colaboración entre dos materias a la hora de trabajar un contenido didáctico, de modo que la eficiencia aumente. A los más nerds en pedagogía también les excita mucho hablar de SINERGIA EDUCATIVA (seguro). Pero bueno, el caso es que hay amigos que me han dado también muy buenas ideas:

Por supuesto, Elena. Por ejemplo, en lo referente a la Geometría Euclidiana y su relación con el Dibujo Técnico.

Cristóbal es otro buen amigo de Twitter que propone aventuras más arriesgadas: colaboración entre Tecnologia y Música (en Educación Secundaria y Bachillerato) para el diseño e implementación de estructuras para proyectos musicales. ¡Pues también es muy buena idea! Y acabamos con otro clásico de mi TL, muy recomendable también, Pedro Landín:

En este caso sugiriendo la colaboración en la parte de Dibujo Técnico (de Plástica) trabajada en Tecnología, y además enfocada desde la materia de Tecnologías de la Información. ¡Sí, señor!. ¡Sois todos unos cracks!.

Y con esto y un bizcocho...

¡Pues hasta mañana a las ocho!. No tengo más que decir, que me habéis emocionado con todo el feedback que me habéis proporcionado durante las últimas veinticuatro horas. Estoy sinceramente emocionado. Os habéis implicado conmigo en este proyecto, y os lo agradezco de corazón. Tengo que añadir que lamento muchísimo la información que me habéis facilitado y que no he podido incluir aquí, porque semejante cantidad de documentación excedía con mucho mi pobre capacidad de síntesis. Sí que os dejo de nuevo el link a este hilo, porque si os ha interesado el tema, encontraréis aquí muchísimas otras ideas y propuestas.

Así que, ¡apa!. Eso es todo. Muchas gracias por vuestra atención. Ahora salid ordenadamente de mi despacho, que tengo que recoger. ¿Cómo? ¿Que mientras yo hablaba me habéis vaciado de cervezas la nevera?, ¡bueno!, ¡qué le vamos a hacer!. Nos vemos en la próxima. Hasta entonces, ¡sed felices!.

 

¡SIEMPRE CRECIENDO!, ¡SIEMPRE APRENDIENDO!, ¡CULTURA MAKER!.